-TOLE-RANCIA-
Me acuerdo de esos
días planeados al revés,
de aquel sueño
sumergido en mi guarida,
de mi alma suplicándole
a mis pies
para que el destino
ya nunca más decida.
Y es que todo es un
dejarse llevar, sin rumbo,
por tierras donde
nadie clavará su bandera.
Somos pasajeros de un
lugar llamado mundo,
habitantes inconformistas
de una castigada esfera.
Vamos agotando cada
risa y cada llanto,
pregonando las
victorias y escondiendo las derrotas,
publicando lo
superfluo e ignorando el encanto
de cualquier tarde
des-quitándonos la ropa.
Absurdos animales que
olvidaron su origen,
intrépidos nativos de
un lenguaje telemático,
desadaptados cobardes
que antes de pedir, exigen,
rabiosas cobayas que
sólo comen plástico.
Pero sé que algún día
los colores lucharán
por encontrar ese
espectro que tanto nos define,
llamémoslo vida, o
mejor, lo que cada uno vive.
La tolerancia, ese
himno que nos queda por cantar.
Por contar, cuando
todos los cuentos hayan expirado,
cuando las historias
no se acentúen con la magia,
cuando la libertad no
quiera dormir a mi lado,
y sólo estés tú, a
menos de un metro de distancia.
-Gonzalo López Murillo-
Junio 2017, Castigada Esfera.